martes, 18 de diciembre de 2007

"........................................." (parte 1)

Los oigo susurrar mi nombre, lo hacen desde hace un par de horas y ya casi me acostumbro a estos gemidos infernales. A veces parece que se callan pero tan solo gimen más bajo y largo, lo noto fácilmente si me concentro en los sonidos y no en mis pensamientos. Mientras tanto, me mantengo quieto, callado, tal y como me lo ordenó el anciano. En realidad fue una orden disfrazada de sugerencia, se notaba en sus ojos y en la carencia de movimiento corporal. Me dijo que sería inútil tratar de contestar a estos gemidos, e incluso que sería peligroso, me "sugirio" moverme lo menos posible y no emitir ningún tipo de sonido, no hasta que amaneciera si es que amanece. Al decirme todo esto la actitud del anciano no me causaba sentimiento alguno, su voz logró neutralizar mi cuerpo y mi mente, pero en cuanto se marchó su ausencia me fastidió por completo hasta que los susurros se hicieron oir y me distrajeron de mi hastío.

domingo, 16 de diciembre de 2007

VIENTO DE CIUDAD

Nos vemos cada día, envueltos en piel, engañados. Nadie pregunta, nadie nos quiere ver a los ojos, verguenza, timidez, individuos, individuos y desinterés. Aire de ciudad, cargado de todo y que te deja sin nada. La tranquilidad se ve lejos, inalcansable, impensable, solos nos quedamos con nuestra vida que es todo lo que tenemos, sin aprovechar. Así nos sopla y no sabe cuándo detenerse este viento de ciudad, seco, polviento y destrozador de almas; se sube a la cabeza, impone la dictadura del coraje y no nos suelta, porque no quiere y porque no te has dado cuenta.